-
Precalienta el horno:
Precalienta tu horno a 175 °C (350 °F) y prepara un molde rectangular o cuadrado con papel de horno o engrásalo ligeramente. -
Derrite el chocolate y la mantequilla:
En un recipiente apto para microondas o al baño maría, derrite el chocolate negro junto con la mantequilla. Mezcla hasta que esté suave y homogéneo. Deja enfriar un poco. -
Mezcla los azúcares con los huevos:
En un bol grande, bate el azúcar blanco y el azúcar moreno con los huevos hasta obtener una mezcla cremosa y ligeramente espumosa. -
Incorpora el chocolate derretido:
Agrega la mezcla de chocolate y mantequilla a los huevos batidos con azúcar, mezclando suavemente hasta integrar. -
Añade los ingredientes secos:
Tamiza la harina, el cacao en polvo y la sal sobre la mezcla. Incorpóralos suavemente con una espátula hasta que no queden grumos. No mezcles de más para mantener la textura fudgy. -
Hornea:
Vierte la masa en el molde preparado y alisa la superficie. Hornea durante 22 minutos (o ajusta según tu horno). El centro debe estar ligeramente húmedo para lograr la textura pegajosa. -
Deja enfriar y sirve:
Una vez fuera del horno, deja enfriar los brownies en el molde durante unos minutos. Luego, sácalos y deja que se enfríen por completo antes de cortarlos para que mantengan su forma.